La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








sábado, 12 de noviembre de 2011

Recuerdos

¿De dónde nos viene la necesidad de recordar?

Recuerdo que, una vez se hubo marchado y yo reconstruido, me gustaba recordarle. Era como guardar en otro mundo el calor de una hoguera ya apagada, para sentirme bien, para ser feliz contentándome con los restos de una fiesta, para poder decir: "una vez fui muy, muy feliz".
Recuerdo que hubo un tiempo en el que quería vivir del recuerdo, en ese otro universo que destruían mis despertares cada mañana.

Hace unos días estuve pensando, para variar, e intenté recordar. Y busqué y busqué... Pero no encontré nada. Ni frases, ni abrazos, ni momentos ni lugares especiales, ni cosas que dijeran nada... Sólo alcancé a imaginar.
Creo... que he olvidado muchas cosas. Tengo que partir de cero para poder llegar a hacerme una ligera idea de lo que fuimos. Qué curioso, pensé sin más, no se me ocurrió otro adjetivo. Sólo sé que sí, que fuimos felices.
Supongo que sé a qué se debe todo esto. Supongo que tras la última nevada tenía que recurrir a la anterior primavera para no morir de frío.
Pero ahora estamos en Noviembre otra vez y no hace frío. La lluvia no moja, la lluvia no cala hasta los huesos.

Me he dado cuenta de que hace mucho tiempo que dejé de rebuscar entre prendas viejas algo que me sirviera para soportar las bajas temperaturas.
El abrigo que llevo ahora, sus brazos, guardan más calor que cualquier recuerdo vano.
El olvido ha dejado de darme miedo, de importarme tanto como hacía antes, porque ya no necesito recordar.
(¿será malo eso de no necesitar recordar? Quizá sea inevitable.)


En cualquier caso, voy a atreverme y a tirarme por el acantilado sin pensar en lo que conlleva decir esto que quiero decir (por no arrepentirme de no haberlo dicho cuando podía).
No pienso dejar que llegue el día en que no necesite recordarte.




Si he dejado de buscar la felicidad en Ayer,
 es precisamente  porque Hoy soy feliz.
Tempus fugit. Carpe diem.



2 comentarios:

  1. Sin palabras.
    Me ha conquistado tu blog y esta entrada... esta entrada me ha encantado.
    Con tu permiso, difundo ;-)
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. http://tejiendoideas-cosiendopalabras.blogspot.com.es/2012/07/recuerdos.html

    ResponderEliminar