La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








domingo, 22 de mayo de 2011

Extensión

Cuando se dio cuenta de la verdadera extensión de aquello que sentía, el universo se le quedó pequeño.
Una lágrima conmovida observaba aquel hermoso paisaje perdiéndose en el horizonte infinito.

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