La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








domingo, 29 de mayo de 2011

Tú y tu soledad

Ya puede apagarse el mundo, que yo ya te dije que te quiero.

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"No pertenezco a ese lugar. He intentado salir y ahora me he quedado en medio. No hay nadie en medio. No es un buen lugar"

"En medio de ninguna parte no suele haber demasiadas personas y por eso, se sienten solas. En realidad, esas personas son las más especiales porque pueden adaptarse a cualquier extremo con mayor facilidad que alguien que ya vive o arriba... o abajo." Eso me susurraron las libélulas.

No temas la oscuridad de ese lugar. Tú no temas a la soledad porque ella no conoce tu nombre. Sería como un inmortal con miedo a la muerte.

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Yo, que ya me he acostumbrado a vivir en los extremos, he aprendido incluso a amarlos. La felicidad llevada a su máximo culmen compensa cualquier reducción a cenizas. ¿Pero y tú?
"Tú compensas todo lo malo". Mi felicidad infinita.
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Ya qué más da si estás en un extremo sobrevolando el cielo, si estás reducido a polvo en el subsuelo o si te encuentras en medio de nada, sin pertenecer a ningún sitio.
Ya puede apagarse el mundo, que yo ya te dije que te quiero.

martes, 24 de mayo de 2011

Estupidez

A menudo, el hombre quiere demostrar su valentía.

Y acaba demostrando su estupidez.

Joder, esos labios eran míos.

lunes, 23 de mayo de 2011

Mis horas vacías

Llenando mis horas vacías de nada, en mi sofá azul, con ese teléfono enmudecido que denota tu ausencia.

Un reloj de arena sin arena, de tiempo sin segundos que contar.
Vacío una sonrisa hueca al vacío, que resuena en la habitación y ni siquiera se burla de mí, porque no está.

Desespero mientras (te) espero en mi sofá. ¡Es la presencia de tu ausencia!  Pero yo no tengo derecho a pecar de impaciencia (al menos, no contigo). 

Así que continúo llenado mis horas vacías de nada...

domingo, 22 de mayo de 2011

Extensión

Cuando se dio cuenta de la verdadera extensión de aquello que sentía, el universo se le quedó pequeño.
Una lágrima conmovida observaba aquel hermoso paisaje perdiéndose en el horizonte infinito.

(Se) Deseaban

Deseaban estar tan cerca que ni un centímetro los separase. Tan cerca, que incluso sus cuerpos sobraban.
Ser uno en el otro, unidos por fuerzas intergalácticas.
Metamorfosis. Ya no eran humanos.

¿Conoces la historia de Ícaro?
Sus alas eran de cera y quería llegar al paraíso. Voló tan alto, tan alto, que el calor del Sol derritió sus alas y cayó al mar.

Pero tú eres un ángel. Un ángel de verdad y tus alas no se derretirán con el calor.
Ya hace meses que sobrevolamos el cielo y conocemos galaxias inexploradas.
El contador, nuestro contador, que no se detenga. No dejemos de darle cuerda cada día.

El amor. ¿Cómo definirías tu al amor?
Ya sabes, yo le puse tu  nombre. Creo que alcanzo a percibir levemente qué se siente.
Como si el universo entero, en toda su inmensidad, cupiera dentro de mi pecho poblado de libélulas que revolotean con su ágil aleteo.
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Perdona que pestañee tanto, se me acumula la alegría en los ojos.
"Déjala salir"
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The stars, the moon, they have all been blown out
You left me in the dark
No dawn, no day, I'm always in this twilight
In the shadow of your heart


I took the stars from our eyes, and then I made a map
And knew that somehow I could find my way back
Then I heard your heart beating, you were in the darkness too
So I stayed in the darkness with you

sábado, 21 de mayo de 2011

Me entrego

Por ti me entrego sola a las fauces del destino, al querer sinsentido del futuro.
Por ti, que me enjuicien y definan mi sino pero que te libren de culpa, que los ángeles no cometen delitos.

Me declaro exclusiva y totalmente culpable.
Lo juro.

Sobrevolando el cielo. Espacio infinito.

100 %
120. 150. 200. 300. 500. 600. 700. 800. 900. 1000 por hora.
2000...
5000...
1.000.000...
Infinito

¡Bienvenidos al cielo!
¡Y aún más allá!
Sobrevoló el cielo en brazos de un ángel, traspasaron la atmósfera y juntos descubrieron galaxias desconocidas para la civilización terrícola.
Aquellos dos amantes detuvieron sus vidas para dedicarse al amor sin otro fin que el amor mismo.
Detuvieron su tiempo entre suspiros y olvidaron que fuera de esas cuatro paredes el mundo seguía su ritmo, la vida continuaban, los autobuses pasaban...

Pero no les importó porque sintieron la infinitud del universo sobre sus pieles.

jueves, 19 de mayo de 2011

Falso

¡Pero cuánto odio envenenando sonrisas!

Presión

Y hay tanta presión dentro de su cuerpo que estalló y se produjeron fugas de líquido en sus ojos...

Pero no tiene tiempo para ocuparse de la pérdida de agua porque esto aún no ha terminado. Y puede perder líquido, pero no el tiempo.

Y es la batalla de su vida y el mundo no se detiene por nadie.

Y, y, y...
Demasiadas cosas para escribir.

martes, 17 de mayo de 2011

No lluevas

No me lluevas cielo, que ya saboreo yo la sal por ti.

¡Qué maravillosa sensación la de amar hasta robarnos sentimientos!
Llorar por hacer mías tus tristezas.

Cuando el Sol se da cuenta de lo verdaderamente importante que es el cielo... 
¡Llueve Sol sobre nuestras cabezas!

¡Pero dime! ¿Viste con qué candor lloraba el Sol?
¿Lo sentiste?
Es inevitable sonreír...

sábado, 14 de mayo de 2011

El nombre del amor

Disculpa pero... le he puesto tu nombre al amor.

Adornos para el pelo

El chico suspiró y dos de las libélulas de su corazón escaparon.
Ella las atrapó al vuelo y se las devolvió con una sonrisa pero el muchacho negó suavemente con la cabeza,
las tomó cuidadosamente de sus manos.
La joven intrigada ladeó la cabeza, cerró los ojos cuando comprendió y él, con delicadeza, se las colocó en el cabello mientras ella permanecía sonriendo con los ojos cerrados, para disfrutar las caricias.


All that Jazz

No te atreves a salir pero alguien te empuja. Has salido de las bambalinas y no puedes volver a esconderte. Te diriges a tu posición. Desde que saliste, no has apartado la mirada de la punta de tus zapatitos negros. Una leve luz te baña y te deja ver qué hay más allá. Diriges la vista al público expectante, te abrumas y vuelves a esconderte en tus zapatos. Una segunda vez, vuelves a levantar la cabeza y descubres infinitas miradas en la inmensa oscuridad que parecía vacía.

Poco a poco, los demás van llegando y aunque sigues sintiendo miedo, te sientes acompañado... Piensas en todas las mariposas presentes en ese escenario, dentro de cada uno. Revolotean y se contagian unas de otras...
Pensé en mis libélulas. ¿Serán capaces de encajar entre tantas mariposas y de contagiarse igual que ellas?
¡Qué emoción!

Ya todos ocupan su lugar... Incluso el director, que da la señal.
La función comienza.
Transformamos nuestros respectivos insectos en voz. ¡Miles de mariposas y libélulas volaban ahora por la sala! Salían de nuestras bocas y llegaban hasta el más recóndito lugar los corazones que nos observaban.
Pude ver la música.

Mi voz, mi pequeña voz con su pequeño registro, de sol a sol, entre tantas y tantas otras.
Una continua conversación entre sopranos, contraltos y bajos. Una hermosa conversación.

Sentirse parte de un todo. Encontrar un lugar. Situar tu voz.
Y cantar, sobre todo cantar. Porque tenemos mucho que decir y por lo que luchar.

¡THAT JAZZ!

Última nota... y lágrimas que acuden a los ojos. Ya está, se ha acabado. Todo el mundo en pie, aplauden entusiasmados. Las luces se encienden. y saludamos. Reímos e incluso lloramos.
Aquí culmina el trabajo de todo un año de ensayos, de ponerse de acuerdo, de organizar, de nervios tras las bambalinas, de aplausos y sobre todo... de Jazz. Mucho Jazz.

Sólo puedo decir gracias.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Mi piano y él

Mis dedos acariciaban suavemente las teclas del piano, de mi viejo piano heredado.
Mis dedos tocaban sin miedo a equivocarme, sin miedo a la caída...Esa sensación de libertad que se siente cuando ignoras las consecuencias. Esa sensación que da el aquí y ahora.

Yo caía y caía, deslizándome entre las notas, escondiéndome tras los silencios y reapareciendo en las corcheas, para que no le doliera mi ausencia.

Transformé mi voz en música. Las yemas de mi piel acariciaban la música, me transformaban en música y me permitían viajar a tus oídos.
A tus oídos y aún más profundo. Ya sabes dónde. (Ahí donde más duele)

Acaricié tu corazón con mi voz...




Al ver sus lágrimas conmovidas, lo comprendí. Se me había concedido la oportunidad de dar otro concierto y  en esta ocasión, el público era el adecuado.
Mi música estaba siendo escuchada. Ahora sí.
Yo estaba siendo escuchada con seis sentidos.

Y comprendí que a veces, es necesario dejar escapar algo bueno para que venga algo mejor.
Aquellos malditos acordes...
Mi voz...
Y tú...
...
La melodía sigue sonando.

domingo, 8 de mayo de 2011

Rencor y dura crítica.

Notas de rencor en su voz.
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"Y mira que yo no soy rencoroso..."
Pero aprovechaste la mínima oportunidad para despotricar y vomitar palabras desagradables sobre ella...
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El sabor que queda es amargo, ¿verdad?

Más suerte en la próxima partida en la que apuestes tus sentimientos (si te queda de eso)
¡Y que el rencor envenene tu sangre!


Nota para mí: esto no puede ser sano. Pide cita para un lavado de corazón.

viernes, 6 de mayo de 2011

Le falta sal

No preguntes si quiero.
No preguntes adónde.
Sólo llévame.


Es evidente que iré si eres tú quien tira de mi mano.