La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








martes, 15 de febrero de 2011

El muerto, a su tumba

Lo has intentado ya varias veces y no ocurre nada. Lo único que consigues es hacerte daño.

Quizá sea hora de dejar de rumiar ese cadáver. Deja de masticar las palabras vanas y trágalas de una vez.
Si ya no recordabas qué te hacía tanto daño, ¿qué necesidad tienes de desenterrarlo y sacarlo de la tumba?

Sé que está muerto. Pero es que no quiero un cementerio de sentimientos ahogados dentro de mí.

Esta obsesión por los detalles... me llevará a la perdición.
Sí, quizá sea hora de olvidar la tragedia de algo que nunca se creará.

¡Rumiantes del cementerio de las palabras que nunca dijimos; los muertos, a sus tumbas!




Pablo Neruda. Si tú me olvidas.
Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.



Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.

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