La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








viernes, 17 de diciembre de 2010

Por un haiku

Por un haiku en mis labios...

Sorprendido el silencio
oyó caer la camelia
sobre la hojarasca.



-No temáis. Siempre hay algo que decir.
-Cuando no tenga nada que decir, entonces, habré muerto. Y ya el sonido de la mera existencia no abrumará los silencios.

Dónde reunir
los miles de fragmentos
de una persona
                            Yorgos Seferis

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