La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








viernes, 26 de noviembre de 2010

Camino del monstruo

Si hubiese sabido antes dónde conducía ese camino que él quería seguir, no habría desperdiciado tantas lágrimas cuando dijo que ya no quería que nuestra trayectoria avanzara en la misma dirección.

-Wauh, por fin consigues deshacerte de esa piel que te sobraba...
Enhorabuena tío. Pero vas tarde. Muy tarde. Como siempre.
(Ahí, donde te duela)


-Que te vaya bien por allá, en tu perdición, monstruo.
 

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