La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








viernes, 22 de octubre de 2010

No llores.

Horas vacías en la red.

No saludó. Ni se despidió. Pero tampoco hacía falta. 
Sólo dijo lo necesario en el momento necesario.


"No llores"

Así es él. Sólo cuando tiene que estar, está. Sólo cuando tiene que decir, dice.
Merece la pena sonreír por personas así.

Ese indeseable... seguramente me llamaría sentimentaloide si supiera que aparece en estas líneas...

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