La princesa no ríe, la princesa no siente.
La princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Rubén Darío

En aquel tiempo yo tenía el sueño de una libélula entre los juncos del corazón.
Juan Carlos Mestre

En esos momentos de encuentro
entre la luna que sale y el sol que entra
las rojas libélulas.
Haiku

~Yo escribo lírica con sonrisas, en prosa.~
Tempus fugit. Carpe Diem








miércoles, 13 de octubre de 2010

Empty room

Guardaba sus pantalones y sus camisas en aquella maleta.
-La planta se está marchitando. ¿Piensas regarla?Pero no contestó. Guardó su gorra y sus zapatos.
-¿Me oyes? Está seca...
Envolvió cuidadosamente su sonrisa y la dejó sobre la cama. Me miró un instante y comenzó a llorar. Pero no se detuvo. Continuó guardando todo lo suyo hasta dejar nuestra habitación medio vacía.
Se puso la chaqueta, cogió la maleta y atravesó la habitación sin una palabra.

Y allí estaba yo, con esa planta marchita en las manos. 
Salió con todo lo que le pertenecía y abandonó la sala.

Estaba tan concentrada en ver cómo caían los pétalos de las flores que no me di cuenta de que hacías las maletas para marcharte y no volver.

Pero su olor seguía allí. Abrí las ventanas para dejar correr el aire de las estaciones. Y desapareció su olor.
Me senté a esperar a estar tan enfadada que no me quedasen mas ganas de quedarme.Barrí el suelo y tiré las plantas marchitas a la basura.Recogí mis pedazos e  hice mi propia maleta.


Ahora no queda nada en esa habitación. No queda nadie.





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